Tareas domésticas que crispan

- Cuando se me cae una pinza a la calle, o peor un tanga (es que sigo tendiendo por la ventana, soy de barrio), y si me da pereza y no bajo a recogerlo es posible que me lo encuentre a la mañana siguiente encima de los buzones recogido por algún amable vecino.
- Limpiar el polvo a los muebles de IKEA, en algún punto del borde están astillados y las pelusas del trapo amarillo se quedan enganchadas.
-Meter yo sola la funda nórdica al edredón de 2 metros.
-Olvidar fregar una noche y encontrar los platos con restos resecos en el fregadero por la mañana.
-Hacer el cambio en el armario de la ropa de la siguiente estación, de la pereza que me da voy cogiendo las camisetas de la balda de arriba del armario donde han estado invernando ordenaditas... a mediados de julio decido poner orden en ese enjambre de jerseys y camisetas revueltos que ya no caben.
-Planchar la ropa, hay prendas que he dejado de usar por esto (siguen arrugadas colgadas en su percha esperando un arranque de valor).
-Ordenar los cedés y guardarlos en su caja después de su escucha. ¿cuántas cajas vacías os encontráis por sorpresa?.
-Hacer la cama por la mañana, a veces si y otras no, pero si ya no va a venir mi madre a regañarme ¿para que?
-Tirar los botes de crema, champú, suavizante, gel, cuando se acaben, ¿por qué siempre pensamos que aún le queda un poquito mas e insistimos en apretarlos, rajarlos o rellenarlos de agua?
- Llegar con los zapatos llenos de barro y ponerlo todo perdido, lo limpias bien y a los dos días te los vuelves a poner sin acordarte y ahora los restos son de barro seco por el parquet.
-Al ir a sacar o meter algo con liquido del microondas inexplicablemente chocamos con el borde inferior o con el plato giratorio y se derrama el contenido del recipiente, por el suelo con suerte por tu ropa si tienes prisa.